Las paradojas temporales, los saltos en el tiempo, la vida a golpe de acelerador a 140 kilómetros por hora. Estamos en 1985, y la vida de Marty Mcfly cambiará radicalmente. Todo por recoger un cargamento de plutonio de casa de un amigo. Científico este y de aspecto despistado. Así son las cosas, un pequeño detalle hace que se dispare las vidas de las personas. Un momento de la vida donde parece que nada va a cambiar. Volamos del presente al pasado, vuelta al presente, ahora al futuro, de nuevo al pasado, y aún más atrás. Lo que considero lo mejor de esta trilogía. Es el perfecto(o casi) guión que facturaron tanto Robert Zemeckis(director de la películas) como Bob Gale.
Consiguen hilvanar una historia tan precisa como divertida. Cuidando los más mínimos detalles. Las tres cintas funcionan como un reloj suizo, perfectas y vigilando cualquier elemento externo que no case con su contenido. La primera parte tiene el encanto de una época donde el llamado blockbuster hoy día, no significaba que solo entrara por los ojos con sus efectos. El guión y su trama siempre es lo primero. Bailando todo lo demás a su alrededor. El éxito fue impresionante. Y en una época donde hacer más partes de un revienta taquillas era casi obligado(no es solo del tiempo actual donde se hacía eso). Así en 1989 se rueda la segunda entrega junto a la tercera a la vez.
La segunda parte se sitúa casi a la altura para mi de su antecesora. Mostrando una nueva visión de un futuro y pasado que ya nos mostró en la primera parte. Muchos consideran esta la de mejor guión. Y posiblemente en ese sentido así sea. En lo que creo casi todos coincidimos es que la siguiente y última, es la más floja. Yo la sitúo directamente como puro entretenimiento a la altura de las otras dos. Cierto que flojea en una historia mas endeble. Y que contiene un final que es algo forzado y entre comillas poco creíble. Estos films han sabido pasar de generación en generación manteniendo todo el encanto de los que la vieron en sus respectivos años de estreno. Personajes como Doc y Marty Mcfly son ya parte de la historia popular. Curioso es como estos films y la forma de hacerlos en esos años más familiares por así decirlo en cuanto a crear productos más saludables para todo tipo de público en estas grandes producciones, pueden ser vistas una y otra vez sin que nos sature o pierda su esencia. Cosa que con el cine palomitero hoy en pocos casos pasa. Una trilogía maravillosa, personajes carismáticos, diálogos elocuentes y chispeantes, atmósfera de bien estar, y unos guiones robustos y milimétricos. Pocos casos similares se han dado en el cine para el que escribe.
